Los peligros eléctricos son algunos de los más complicados a los que se enfrentan los trabajadores a diario. Los cables vivos con alto voltaje no se pueden identificar hasta que se tocan accidentalmente y, con grandes fuentes de energía, no hay segundas oportunidades.
Tener la capacidad de bloquear las conexiones eléctricas hace que sea seguro para los trabajadores dar servicio a las máquinas y garantiza que no estén expuestos a riesgos innecesarios.